El Mesón de Andres

Lo ideal es ir a picar más que a comerse un solo plato. Recomiendo los pimientos de piquillo y de padón, el pulpo y sin duda la sangría.

Tiempo de servicio después de ordenar 50 minutos. El mero que pedimos no era mero, ni en textura ni en sabor. Ni siquiera le dejan algo de piel para demostrarlo, como hacen la mayoría de los restaurantes de pescado. Las servilletas de tela las entregaron húmedas. No entregan factura. Sólo el voucher de la tarjeta de crédito. No vuelvo nunca más.

Muy buena comida española, con variedad de platos y estilos. Brinda opciones que son difíciles de conseguir en otros restaurantes españoles. La atención normalmente es buena, aunque son muy obvios cuando quieren que desocupes la mesa para personas esperando. El local es verdaderamente pequeño por lo que hay que llegar muy temprano. Siempre dan un digestivo de la casa, lo cual es un buen toque que se ha perdido en casi todos los restaurantes. Siempre ha sido un poco costoso, pero la calidad de la comida normalmente lo vale.

Con el Cochinillo como Plato estrella, y una atención que media entre el promedio -salvo que te atienda el propio Andrés-, se enfocan más en la sazón del norte de España, quizá descuidando un poco otras regiones. NO es lo más representativo de la gastronomía Española en Caracas, ni mucho menos. Agradable ambiente, y el detalle singular de la tacita de caldo "por la casa" como entremés.

El día que visitamos este restaurante no fue nuestra mejor experiencia, los camarones al ajillo los tuve que devolver, el cochinillo a la segoviana con muchísima grasa y el café estaba intomable totalmente. No tuve suerte o es la representación de cómo están las cosas y la adquisición de ingredientes. del resto, la atención lo hacen a uno sentir como en casa