Probablemente una de las mejores experiencias en comida asiática (japonesa) que hemos tenido en años. Olvídense de los sushi, sashimi, etc. Probablemente ni en Japón comimos tan gustosamente. Hay un salmón sobre una capa de hielo para chuparse los dedos, y unos camarones con cubierta crocante y salsa insuperables. La música un poco alta para poder mantener una conversación sin levantar la voz.
1 Me gusta