Es una pizzeria promedio, de ves en cuando tienen muy buenas ofertas , lo cual deberían hacer a menudo, ya que sus pizzas son buenas y con las ofertas lograrían ser la #1, lo único trabajar un poco mas en la masa y ponerle un poco mas de quesito a sus pizzas, mucho respeto que en una oportunidad la pedí en delivery y lo que me llegó estaba horrible, les envié foto y de inmediato se disculparon y me enviaron otra sin cargo y muy bien elaborada, son una buena opción para los fan de la pizza ( ojo exploren el menú, tienen unas no en oferta que estan buenas).

Una sabrosa experiencia, para degustar esta gastronomia es cierto que hay que pagar lomque vale, recomiendo el Carpaccio de Pulpo, el risotto de Langostinos y Salmón ahumado, la pasta con Langostinos, los Linguini frutti di mare, he probado par de sus rolls y muy buenos, hasta los postres no llego, mas muy sabroso todo, lo recomiendo.

Muy buena cocina francesa, excelente sopa de cebolla, la ensalada roquefort, enl Entrecote café du Paris muy bueno así como el Lomito a la Moutarde, agradable ambiente y muy buena atención, lo vuelvo a visitar pronto.

No fué una buena experiencia, la atención Ok, mas ni la tabla mediterránea, los arroces, las tapas, fueron del agrado de los que fuimos.

Mantiene la calidad y tradición de sus platos desde años, muy buen plato de degustación, y sus tallarines ( Low o Chow) mein , así como sus arroces buenos y raciones de buena proporción , muy sabrosos los Langostinos en salsa blanca, la sopa Mongolesa o el Pato Laqueado, en un ambiente agradable y buena atención.

Una experiencia nada edificante, El Arroz a la Marinera muy pobre, la tabla mediterranea con embutidos y quesos poco apetecibles, debut y despedida.

Desde que trajeron al nuevo pizzaiolo y el horno de leña traIdo de Napoles, son de las mejores Pizzas de la capital, así como sus pastas, y platos fuertes, extensa variedad de cervezas, vinos y cocktails, esmerada atención y los postres a menudo por la casa, amena experiencia, lo frecuento bastante ultimamente.

Una experiencia poco alentadora, el Carpaccio de pulpo se ve tenía tienpo preparado y refrigerado, al tratar de tomar unas laminas se te venia todo el plato, el risotto negro de calamares, no tenia calamares y un sabor algo acido, el Cartoccio de Lomíto la salsa de la pasta seca y algo dulce y la carne cubierta de un queso tostado difícil de picar, tambien se pidió el entrecote de Black Angus el cual no se pudo comer por lo dura de la carne, le comente al Maitre que eso no era Angus Jamas, pedimos carta de vinos para pedir un Pinot Griggio o Frascatti y solo tenian 2 vinos a elegir, un menu muy extenso mas poco que ofrecer culinariamente.

De los 6 comensales, hubo un Buen Risotto Fungi, Un buen Carpaccio de lomito, las salsas de las pastas en general no muy interesantes y la pasta no es casera, es comercial, este detalle es de suma importancia.

Sigue siendo de mis preferidos a la hora de degustar un buen corte de asado, las arepitas con el queso y la nata, el congri y el ambiente menos alborotado que en otros restaurantes de su estilo, conserva su tradición.