Llegamos para disfrutar del brunch. Tienen valet parking. El restaurant es grande. Pedimos unos huevos benedictinos (solo tienen con pavo), French toast y un adicional de tocineta. En general estaba bien, lejos de excelente. Uno de los huevos pochados estaba sobrecocinado. La ración de tocineta llegó tibia. La consistencia de ambos platos fue buena y las porciones adecuadas. Lamentablemente, solo disponen de un único jugo natural: parchita. Delicioso.

Amplio y bien decorado restaurante con una buena oferta en el menú. Hemos visitado en dos ocasiones. La primera fue un sábado para el brunch. La segunda una romántica cena. Ambas experiencias fueron buenas. Mola tiene al menos 25 mesas para unos 150 comensales y una barra clásica con 10 sillas. Los platos seleccionados fueron bien presentados y deliciosos. El sábado cantó un grupo de tres músicos con un repertorio limitado.

Excelente atención. Lamentablemente, la experiencia fue terrible por una mesa donde el escándalo perturbó y eclipsó la calidad del momento. NADIE del restaurante puso coto a este comportamiento. TERRIBLE.

Usualmente un excelente lugar donde disfrutar una buena variedad de platos inspirados en la comida francesa para el paladar criollo. Lamentablemente, los mesoneros se enfrascaron en una conversación como si fueran comensales, arruinando el ambiente para los pocos clientes.

Pésimo servicio. El ambiente no es de restaurante, es de una panadería con atención en las mesas. Pedimos una de las ofertas de brunch: huevos benedictinos. Les tomó 30 minutos traerlos. La calidad del plato es baja, la salsa holandesa ausente, el jamón serrano con amplios cortes de grasa que revelan su pobre origen; finalmente, el pan empleado es lejos del que indica la receta. Llovió y en la terraza fue caos.

A pesar se la suerte de reserva que permiten (prioridad en la lista de espera), después de una hora marché a otra mejor opción. La comunicación con los clientes es pésima.

Tuve una grata experiencia visitándoles por primera vez. La atención y los platos fueron excelentes. La música seleccionada es apropiada y a un buen nivel. Insisto que la comida fue fenomenal. UN SOLO elemento distractor de esta experiencia: las moscas 🪰. Muchas e insistentes. Tampoco vi a nadie haciendo algo por esto.

A pesar del innecesario estrés de la reservación (especialmente en la hora de salida), la atenciones fueron muy buenas, el ambiente apropiado para degustar de comida italiana. La comida fue adecuadamente plateada y el sabor muy suculento. Las expectativas fueron satisfechas. Se recomienda.

Debut y despedida. Visité en la mañana del domingo para desayunar. El aire acondicionado deficiente. Optamos por sentarnos en la terraza, al aire libre. La atención deficiente y la comida (panquecas del desayuno americano) fría. No fue una buena experiencia. Mucho que mejorar.

Espacio ubicado en el último piso de un centro comercial, y que es casi al aire libre, pues es protegido por un techo muy alto. Asistimos a disfrutar de su desayuno “all-you-can-eat” a $12,99. Los platos se ordenan en la mesa y los preparan al momento. Visité un domingo a la 1:00 pm y la cola de pedidos retardaba el arribo de los platos ordenados. Sin embargo, siempre calientes y recién preparados. La calidad es buena, nada excepcional. Por ejemplo, los huevos benedictinos estaban fuera de receta. Las porciones son pequeñas. La atención es regular y el espacio honesto, limpio, tampoco excepcional.