Llegar a un lugar donde comprar es tan bueno como comer. Me gusta imaginar lo que puedo hacer en mi casa con los ingredientes que puedo llevarme de ahi. Impelable el cartocco de lomito.

Es difícil y complicado llegarle, ya la zona no ayuda. Un oasis al entrar. Pulpos, calamares, camarones. Emociona no saber que ordenar. Convencer a tus amigos de pedir algo diferente para probar y compartir

Despues de muchos años volvi a este lugar. Agradable como entonces (todo un clasico). Como antes fui en busca de una sopa de gallina de esas "salva rumbas" y no falle. Excelente sopa con el picante de la casa.

Pasa el tiempo y estos tipos lo mantienen detenido, la misma calidad, el olor del local te traslada en el tiempo y te hace recordar buenos momentos que se trasladan al presente a lo que llega el mondongo

Excelente ambiente, muy tradicional, atencion de primera y llama la atencion la manera en que los muchachos manejan el menú