Catar

La comida es divina sin duda alguna, aunque el café me decepciono por completo, estuvo fatal! sin embargo tienen buena relación calidad/precio, el ambiente es super lindo y agradable y el servicio más o menos, se molestaron un poco cuando pedimos cambiar nuestro café, pero de resto todo chevere.

Pensar en este lugar, es pensar en un lugar bonito y con variedad de platos para todos los gustos. Sin embargo la atención es poco atenta y lamentablemente atenta y afecta directamente la calidad del lugar. Personas que llegan al lugar no les dan la bienvenida ni los ubican en mesa, por lo cual las personas se retiran sin ser atendidas. Los platos no son recogidos al terminar de comer ni los vasos vacíos.

Lo que me sigue gustando de este lugar es la variedad de platos... para todos los gustos, ensaladas, entradas, pizzas, hamburguesas, sandwiches, carnes, pollos, pastas.... la torta fluida de chocolate sigue siendo el postre clásico y delicioso! La decoración muy linda y original!

El ambiente es muy rico y relajado, buena música de fondo y bella decoración ecléctica acorde con el lugar. La comida deliciosa, las ensaladas divinas, en especial la degustación de ensaladas y el carpacho de remolacha y la pizza de mezcla de hongos con gotas de trufa insuperable! No dejen de pedirla! Realmente un sitio para volver! Además la carta es súper amplia!!!

La comida sigue teniendo la calidad acostumbrada, pero nos ofrecieron cervezas polarcitas y las cobraron demasiado caras. Los platos tienen precios acordes, pero lo estafan a uno si te hacen pagar más del 200% de lo que cuesta una birra en el mercado