Es un restaurante estilo americano con una decoración de imágenes de Nueva York con pantallas de televisión por todo el local colocando música o las ofertas que ofrecen tanto en bebidas como comida. Sirven muy bien, la raciones son grandes y las hamburguesas para quienes tienen mucho apetito porque de verdad son grandes. Ampliaron la variedad de tipos de hamburguesas y todas vienen acompañadas de papas fritas y ensalada coleslaw , una ración de salsa que va a variar dependiendo del tipo de hamburguesa que pidas. Las entradas son abundantes así que pide al mesonero que te guíe porque puedes dejar para llevar el plato principal ya que te habrás llenado con la entrada. Las merengadas son muy ricas y bien servidas con tope de crema chantilly. Les recomiendo la de oreo sin embargo la de fresa es deliciosa también. Los mojitos son muy buenos y valen la pena por lo que se paga. Lo único que me parece importante es colocar los precios en la carta porque no aparecen y debes de pedir al mesero que traiga la lista de precios la cual para leerla debes de usar una lupa porque es super pequeña. Y otro detalle del menú es que no tiene la descripción de los platos que ofrece así que tendrás al mesero un rato al lado tuyo para que te diga como es cada plato. La relación de los que pagas con lo que recibes esta bien equilibrada, vale la pena darse un gusto y venir a comer aquí cuando el bolsillo lo permite.
