Dulce Obsesion

Heladeria con variedad de sabores y de buen sabor, buena atención pero pesima ubicación. Hay una barra donde puedes degustar el helado pero se recomienda que pida para llevar ya que el espacio es reducido, no funciona el aire acondicionado y la zona si bien es transitada es un tanto peligrosa. Los precios de los helados van desde 1 $ hasta los 4 $.

Una interesante opción si se está caminando por el centro, no hay estacionamiento. Varían los sabores, sobre todo los de frutas que son su fuerte y tienen gusto intenso. El helado de café y el de quesillo son sorprendentemente fieles al sabor, muy recomendados. El de chocolate es muy simple. También cuentan con una amplia variedad de paletas, e invenciones con barquillas como los cannolis. El precio es acorde a la calidad/cantidad, son bastante generosos. La atención regular, depende de quien esté, no es la más amena pero si efectiva. El lugar es pequeño y se llena bastante, por lo que es preferible comprar y comer el helado dando una vuelta por el puente de las Fuerzas Armadas que está justo en frente.

Siempre que voy a esta heladería salgo feliz! A pesar de esta ubicada en una zona bien peligrosa, perfectamente puede llegarse, preferiblemente sin carro y en horas concurridas. Los helados son divinos, de gran calidad y siempre hay sabores distintos en barquillas, tinitas, copas, paletas y otras presentaciones. Recomiendo el de quesillo, guanábana y mora. Te dan a probar todos los sabores que quieras y los encargados son muy amables.

Excelente alternativa en el centro de Caracas. Divinos y originales helados, las barquillas son fenomenales, frescos y sabrosos. el local es pequeño y deberia tener la opción de sentarse. Muy recomendado por su sabor y presentación

Muy buena heladería, sabores variados y novedosos! Te dan a probar el que quieras, precios acorde a las porciones ( son helados grandes ). Lo único malo es su ubicación y sugeriría colocar al menos unas sillas en la barra ya que no hay donde sentarse.