El Trolly

El clásico Trolly, un local de larga data, el ambiente y decoración tipo "Drive in" me parece agradable, solo que en alguno que otro mobiliario se nota el paso del tiempo y deberían poner más atención a los baños. El jovial servicio se complica cuando el local está lleno. No se pidió comida, solo brownie y bebidas, pero mirando el menú, vimos que en gran parte tienen precios, a mi parecer exagerados. La tradición tiene un costo supongo.

Es increíble que este lugar le guste a tanta gente y tenga una trayectoria TAN larga. Hacía muchos años que no iba, pues no lo recordaba como bueno. Lamentablemente fui en noche de karaoke, y la experiencia fue simplemente precaria y marginal. Es terrible la fusión de “drive-in” cincuentero con gente borracha cantando guaracha a todo gañote, en un lugar desvencijado que tiene años sin que le echen un cariño o una limpiada. La comida, pues cualquier vaina. El menú es simple, cursi y de alternativas muy pobres. El pernil y la carne mechada fueron “normales”, nada que destacar. Lo único interesante es que las arepas salen luego de pasar por la plancha, así que vienen con el relleno bien derretido y fundido. Una experiencia bien chimba de donde salí sin ninguna intención de repetir.

El sitio es genial para escuchar música de los 70-80 y 90. La atención es muy buena. La comida es buena en general. Lo único malo son las arepas. Como ellos dicen, "Si buscas una arepa convencional... Aquí NO es!" Ciertamente, aquí no te vas a comer una arepa convencional, bien horneada, buen relleno y de sabor convencional. Te comerás una arepa gourmet, con rellenos de buen sabor pero muy poca cantidad y que nada tienen que ver con lo que deseas convencionalmente. Es decir, aquí una buena reina pepiada la convierten en algo increíblemente horrible donde ponen por un lado un pollo guisado del que usan para el Club House con unos cuantos trozos de aguacate y una cucharada de mayonesa. Si quieres comerte una arepa de 7$ no convencional este es el lugar perfecto.

Acudí para tratar de tener una buena experiencia con la familia. Ha sido la peor, no recuerdo un sitio más malo en cuanto a calidad de comida y atención. El personal desganado, sin ningún ánimo de ayudar, atender o servir. Habían solo dos mesas ocupadas y la estridencia era ilógica. Pocas opciones de bebidas y el jugo que pedimos era insípido y super aguado. Basan muchos de sus platos en el queso guayanés, te lo imaginas, fresco, cremoso, etc., pues no, es una cosa horrorosa, frío de nevera y agarra los sabores de otras cosas y además estaba ácido. La cachapa infame, la arepa tiesa y con poco sabor, simplemente no terminamos la comida, pedimos la cuenta y salimos corriendo, seguro la peor experiencia que hemos tenido en mucho tiempo, aléjese de este lugar, no conozco peor experiencia que pueda recomendar, si tiene enemigos envíelos ahí.

Buen lugar de hamburguesas y comida venezolana, a precios accesibles. Me gustaron las cachapas, aunque tampoco nada del otro mundo. El ambiente y la decoración al estilo de los 60's es muy chévere.