La atención a la llegada y de la mesera fue muy atenta y amable.
Como todos los sitios de este tipo (L’Entrecôt) es un menú fijo y un precio fijo. Por ahí vamos bien, es decir ensalada, papas fritas y el entrecôte con su típica salsa Café de París. Quería ir a conocer este sitio y mi sorpresa fue que en mi ensalada había algo que no debía estar ahí… Llamé a la mesera y esta al gerente, me ofrecieron mil disculpas, le echaron la culpa al proveedor de la lechuga (pre-empacada) que supuestamente venía lista para servir, pero cuando les pedí que me
mostraran la bolsa esta decía “Lavar bien antes de servir”…
No es culpa del proveedor, es culpa de ellos por elegir este, no leer e igual no revisar…
Me ofrecieron cambiar la ensalada por otro cosa a lo que me negué y me quedé solo con las papas y el entrecôte. Está estaba muy bueno, aunque igual hay una desagrable sensación al comer pensado que más podría haber, el hecho es que después de este incidente no voy hacer una descripción detallada del plato, ni de los vinos, etc.
¡Sorpresa! llega mi cuenta y estaba absolutamente todo cobrado, la única atención y cortesía fue el postre porque había un cumpleañero en la mesa…
No es una cuestión de dinero, es una cuestión de “Gerencia”, de verdad vale
la pena cobrar un plato de comida a cambio de hacer al comensal comentar este episodio…
Evidentemente aunque me guste mucho el plato y el resto de la comida esté muy buena, no volveré jamás…
Revisen su ensalada…
