Pipoka

Encontré el sitio como por casualidad, bajando del ministerio publico. Me detuve en la entrada y recordé todo lo que he leído al respecto. Llegué antes de la marejada de personas, de manera que pude curiosear en el local, que tiene un ambiente completamente distinto al de la calle. Huele a orégano, vegetales frescos, masa y galletas. Revisé el menú y los precios son accesibles a todos los bolsillos. Resolví pedir una pizza granjera y quedé encantada con su sabor y su textura: suave y crujiente... el dulzor del maíz en lo salado de la pizza me hizo el día. Definitivamente volvería, a la misma hora, porque constaté como en 15 minutos el local puede atestarse.

Excelente ambiente, muy buena atención y excelente comida en las dos sedes de la candelaria, particularmente me impacto el buen ambiente que se consigue allí, te hace olvidar el entorno y disfrutar tu comida en paz, personalmente lo recomiendo! saludos. PD: la referencia de precio es en Bsf (Ven).

Me encantan ambos restaurantes, cerca del metro parque carabobo y facil de llegar, al entrar los aromas te invitan a deleitarte, mi pizza favorita la pipoka de maiz, queso crema y tocineta, la ensalada de atun con aderezo cesar es deliciosa, la atención muy buena y rapida, las bebidas en vasos grandes, lo que falta es espacio, ya que en las horas del almuerzo hay que esperar mucho para sentarse, sin dudas lo recomiendo...

Es un lugar tremendamente sobrevalorado, principalmente por los habitantes del sector. La razón: el precio es bastante económico para la comida que ofrecen. Los sandwichs y pizzas son aceptables, nada del otro mundo. Aplican la técnica simple de amontonar ingredientes uno encima de otro para hacer "buenas" las pizzas, y eso a algunos les atrae. Si eres de los que prefiere una pizza hecha con masa e ingredientes de calidad, Pipoka te parecerá un desastre. Aún así si es domingo, estas corto de dinero y no tienes otro lugar donde ir, es una buena opción.

A mi juicio son unas de las mejores pizzas de toda Caracas. Desde que cruzas la puerta el ambiente del lugar te invade y el dulce aroma del orégano no se puede ignorar.