Conocí el sitio celebrando mi aniversario de bodas y definitivamente es un sitio idóneo para tales eventos.
Cuentan con servicio de traslado desde el centro comercial San Ignacio, lo que hace muy cómodo el ir y venir.
El chofer recomendado es muy amable y puntual, así como la persona que confirma las reservaciones.
Al llegar eres recibido por 2 personas, una para guiarte a tu mesa reservada (que tuve oportunidad de escoger y hasta de cambiar a media jornada), y otra persona que te ofrece algo de beber.
En ese primer contacto pudimos apreciar el esfuerzo que hacen por atender con excelencia a sus clientes.
El menú, dirigido, es muy diverso y generoso, un complejo homenaje a Venezuela en toda su amplitud.
El menú es obviamente pretencioso, porque tiene razones para serlo. Sus ingredientes son cultivados en un huerto que rodea el restaurante y que puede visitarse.
Quién presenta los platos los conoce como si los hubiese cocinado, aunque sabíamos que no lo hacía porque desde las mesas puede apreciarse el proceso en la cocina.
La oferta de vinos también es muy amplia y de calidad.
El precio que permite publicar degusta no es real, esperen pagar mucho más, pero vale la pena.
En general es una muy buena propuesta gastronómica en los alrededores de la ciudad, que recomendamos ampliamente.
