Versailles (Las Mercedes)

El ambiente muy bueno, amplio y todo muy limpio. Los helados estupendos y el café uffff buenísimo. Los dulces son buenos. Puedes ir y pasar un rato agradable y conversar tranquilos. Para estacionar es un poco incomodo.

Todo es muy bu7eno, los helados, los dulces, el café los sanduches, desayunos... Realmente muy bueno, el ambiente me encanta, tipo europeo. Pero esta muy costoso... De verdad que no puede ser que un dulce cueste tanto, por la mitad de su costo me como uno igual en otro lugar y con la misma calidad. Que lastima, no vuelvo a visitarlo, se pasaron con los precios..

Todo es de calidad, cualquier dulce es una delicia, vale la pena ir, debe mejorar la atención de las cajeras, las chicas del servicio son muy atentas, estacionamiento sin pedigueños es de lo mejor.

El ambiente bastante incomodo parece un centro de reuniones de quien sabe que tipo de negocios menos una heladería, hombres armados con radios en la entrada y sentados en las mesas (lo he visto en varias oportunidades), ir con la familia da miedo lastima que no se pueda disfrutar por el ambiente. Los helados siguen siendo buenos pero me parece que han bajado un poco su calidad

Aparte de la ubicación, su atractivo principal es la estética y la abundancia. Todo se ve espectacular, ayudado por la estética del lugar, la iluminación y por supuesto, el cuidado en la elaboración. No serán los dulces más auténticos pero muy difícilmente probará algo malo. El ejemplo perfecto es la cola de langosta (que probé por curiosidad por ser un dulce de pastelería italiana). La masa es parecida pero no logran la textura y son más gruesas de lo normal; no tienen el típico relleno a base de ricotta sino mucha crema pastelera, rica, gruesa y dulce; es más grande de lo normal y la adornan con medio kilo de azúcar glas. En conclusión, se disfruta de un dulce y un café, pero se paga es por la ubicación y la estética.