En cuanto al brunch de los domingos, las porciones son bastantes reducidas (debes pedir más de un plato para quedar satisfecho) pero es muy sabroso, las empanadas son realmente buenas. Las donas por su parte no las recomiendo, tenían mucho aceite.
Es una terraza agradable, la comida regular pero los tequeños y la panadería valen la pena. La verdad que es una buena opción para comer postres o comprar y llevar.
La comida puede variar, hay cosas puntuales que valen la pena. Lo recomiendo más para pedir entradas y compartir ya que estos suelen ser mejores que los principales, los grisini de carpaccio y el duo de mini hamburguesas es recomendado. Aunque para mi el lugar siempre es una opción porque el ambiente es muy chévere para tomarse algo, hay que tener en cuenta que el servicio suele ser bastante lento. La cazuela de galleta y el pavlova de fresas son obligatorios pedir.
La terraza es bastante agradable e informal. Los platos no son nada en especial y el servicio es muy lento, por su parte los cocteles son sabrosos pero todo entra en lo regular. Los viernes en la noche hay saxofonista y sábados dj, para conversar y disfrutar del aire libre es una opción.
Es un pequeño café para ir por una merienda. La torta de zanahoria merece ser mencionada, es realmente buena. No tiene una muy gran variedad, los opciones son: red velvet, cheesecake con fresas o brownie, pie de limón, torta de doble chocolate. El espacio es reducido y no cuenta con estacionamiento por lo que no es muy cómodo.
Bastante sencillo y casero, pero es una buena opción para un italiano informal y familiar. La torre de berenjenas de entrada estaba muy buena y de plato principal la crostata amalfata, pero la verdad es que tiene muchas opciones.
El lugar es bonito y hace un ambiente muy agradable. La comida es normal, suelo pedir el risotto recuerdo del Perú. Los cocteles son bastante buenos y de postre la galleta Lola es deliciosa. La atención es buena, preferible reservar para las noches.
En mi opinión, es la mejor comida italiana de Caracas, tiene un sabor realmente auténtico de esta comida. La atención es maravillosa, ya que el chef suele conversar con sus comensales a la vez que le explica sus platos. No tiene una infraestructura elaborada por lo que el ambiente es como de hogar. No me canso de visitarlo además que el menú varía constantemente y vale la pena probar. Recomiendo pedir degustación del menú, pero mi plato predilecto es los gnocchi de papa en crema blanca.
Un clásico restaurante que sigue conservando su estándar. Bastante atento el personal y del menú resaltan los risottos y el lomito con papas trufadas. Los jueves y viernes en la noche es preferible reservar porque se llena bastante.
Un clásico de la comida china en Caracas pero nada extraordinario, es un lugar para un día de antojo. El servicio es súper rápido (a los 10 minutos de ordenar ya habían llegado los platos). Recomiendo el pollo con miel y ajonjolí y los langostinos en salsa blanca del chef, lástima que ya no preparan el típico pan desde hace mucho tiempo.
Oceanico
En cuanto al brunch de los domingos, las porciones son bastantes reducidas (debes pedir más de un plato para quedar satisfecho) pero es muy sabroso, las empanadas son realmente buenas. Las donas por su parte no las recomiendo, tenían mucho aceite.
Coma
Es una terraza agradable, la comida regular pero los tequeños y la panadería valen la pena. La verdad que es una buena opción para comer postres o comprar y llevar.
Lola
La comida puede variar, hay cosas puntuales que valen la pena. Lo recomiendo más para pedir entradas y compartir ya que estos suelen ser mejores que los principales, los grisini de carpaccio y el duo de mini hamburguesas es recomendado. Aunque para mi el lugar siempre es una opción porque el ambiente es muy chévere para tomarse algo, hay que tener en cuenta que el servicio suele ser bastante lento. La cazuela de galleta y el pavlova de fresas son obligatorios pedir.
Fish Bar
La terraza es bastante agradable e informal. Los platos no son nada en especial y el servicio es muy lento, por su parte los cocteles son sabrosos pero todo entra en lo regular. Los viernes en la noche hay saxofonista y sábados dj, para conversar y disfrutar del aire libre es una opción.
Amelie (Los Palos Grandes)
Es un pequeño café para ir por una merienda. La torta de zanahoria merece ser mencionada, es realmente buena. No tiene una muy gran variedad, los opciones son: red velvet, cheesecake con fresas o brownie, pie de limón, torta de doble chocolate. El espacio es reducido y no cuenta con estacionamiento por lo que no es muy cómodo.
Via Cipro
Bastante sencillo y casero, pero es una buena opción para un italiano informal y familiar. La torre de berenjenas de entrada estaba muy buena y de plato principal la crostata amalfata, pero la verdad es que tiene muchas opciones.
Lola
El lugar es bonito y hace un ambiente muy agradable. La comida es normal, suelo pedir el risotto recuerdo del Perú. Los cocteles son bastante buenos y de postre la galleta Lola es deliciosa. La atención es buena, preferible reservar para las noches.
Il Duomo Dei Sapori
En mi opinión, es la mejor comida italiana de Caracas, tiene un sabor realmente auténtico de esta comida. La atención es maravillosa, ya que el chef suele conversar con sus comensales a la vez que le explica sus platos. No tiene una infraestructura elaborada por lo que el ambiente es como de hogar. No me canso de visitarlo además que el menú varía constantemente y vale la pena probar. Recomiendo pedir degustación del menú, pero mi plato predilecto es los gnocchi de papa en crema blanca.
Aprile
Un clásico restaurante que sigue conservando su estándar. Bastante atento el personal y del menú resaltan los risottos y el lomito con papas trufadas. Los jueves y viernes en la noche es preferible reservar porque se llena bastante.
Salón Cantón (Las Mercedes)
Un clásico de la comida china en Caracas pero nada extraordinario, es un lugar para un día de antojo. El servicio es súper rápido (a los 10 minutos de ordenar ya habían llegado los platos). Recomiendo el pollo con miel y ajonjolí y los langostinos en salsa blanca del chef, lástima que ya no preparan el típico pan desde hace mucho tiempo.