La Cita es uno de los restaurantes tradicionales de La Candelaria que aún a pesar de estos malos años de socialismo, los fatídicos meses de cuarentena y el deterioro general del contexto, conserva su buen ambiente y buena cocina. La atención es de primera y la comida es sencillamente excelente de manera que es un oasis en el desierto. La cazuela de róbalo con gambas (camarones), es probablemente la estrella principal en la carta al sol de hoy.

El ambiente es excelente, es uno de los mejores del Hatillo, sin embargo los baños un poco descuidados (no sucios) pero la puerta del baño de caballeros estaba sin pomo y queda entreabierta... La carta es corta para el nivel de sus instalaciones, los platos son buenos pero sin llegar a ser excelentes. Los camacutos en ceviche son muy buenos (frescos y te hacen "pop" en la boca) pero les hace falta un toque más pícaro de picante, de platos fuertes pedimos un risotto azul marino cuyo pescado estaba muy bien aunque la salsa no tanto, el otro plato fueron las costillas de cerdo que estaban muy bien cocidas y buenas, sin embargo la reducción en guayabita (que estaba buena) debió sentirse más, su salsa era poca.

Mokambo lo califico como una de esas rarezas exóticas que te encantan y te enganchan. Tiene la gran virtud de poseer las 3 B's y eso es más difícil aún, en nuestro contexto actual de hiper inflación. La relación precio-calidad es una de las mejores en la actualidad. La carta es limitada pero "gruesa", porque sus platos están muy bien concebidos y entregan una excelente satisfacción al paladar. Recomiendo en especial el risotto de asado y el asado negro que son para mí, las estrellas de la carta. En postres no sólo no decepciona sino que sorprende, mención especial para la torta 3 texturas de chocolate a la que es difícil encontrar rival.

Definitivamente una grata y rica experiencia. Esa calle es mi ruta para llevar a mi hijo al cole y siempre veía la banderita italiana pero no pensé fuera un restaurante hasta que ví las reseñas en degusta. No hay carta, es un menú degustación de pasos donde las opciones te las dicen al momento. Paso 1: Entradas frías y calientes; Paso 2: Pastas; Paso 3: carnea; Paso 4: Postres. Comida Siciliana de la buena. Hay que probar varias cosas y compartir, en realidad se va a disfrutar de una experiencia muy agradable, buena cocina, buena música y ambiente y buen vino. Altamente recomendable y de lo mejor en Colinas. En fines de semana conviene reservar.

Kabuki es la mejor opción en Colinas para sushi (sino la única). Buena variedad en la carta, los rolls siempre frescos y el arroz al punto. Los tempuras crocantes y calientes, los fríos templados y firmes. Cuando está lleno la espera puede ser larga y tediosa y el estacionamiento siempre ha sido un problema, hay que armarse de paciencia los mediodías muy solícitos durante la semana. Es preferible (si el bolsillo lo permite) ir en días alejados de quincenas.

Haras es la mejor opción en el Centro Comercial El Recreo. Aunque la carta tiene otras opciones, quién va a Haras va a comer carne. Las parrillas son buenas en general, cualquiera de ellas, los cortes de carnes son buenos y las ensaladas de acompañamiento destacan. El servicio es bueno, te atienden bien, el tiempo de espera no es demasiado largo, con los cumpleañeros siempre tienen una atención especial y varios de los mozos entonan el cumpleaños felíz que ya se hizo parte del día a día del local con tres aplausos rápidos después de cada frase. Los baños son limpios y muy bien cuidados así como la decoración y el ambiente, que son bastante buenos. En general una buena opción de carnes para la zona.

Excelente opción para comer en Galipán. Le hace honor a su nombre contando con una increíble vista del picacho y también del mar. Posee dos ambientes, la terraza es un espectáculo y allí puedes estar un rato, tomar unas bebidas, tener una conversa amena y picar unas entraditas bajo una preciosa uva de playa, una guayaba y otras muy bien cuidadas plantas que enmarcan esas "terribles" visuales del hermoso picacho de Galipán. Música suave y selecta que invita a relajarte y a conversar, cierra el círculo de tan agradable estancia. Una vez dentro, el restaurante dispone de dos áreas (recomiendo reservar y pedir la VIP) y puedes escoger al sol de hoy (01-11-14) un menú degustación por 1.600BsF., que consta de dos entradas (fría y caliente), plato ppal y postre o más bien pedir entradas para compartir + plato fuerte y postres + algunas bebidas y descorche (permitido) que puede salir entre 1.200-1.400 BsF. P/p lo cual representa talvés una mejor opción ya que tienes más variedad de platos fuertes para escoger (el degustación es solo res y cerdo) y particularmente recomiendo el "pato" que talvés sea la estrella de la carta. Cómo cuestiones por mejorar menciono: Transporte: Si bien los mismos dueños te llevan (la familia Perrone), me parece caro al estar por encima de otros restaurantes del mismo nivel (200BsF. P/p desde Hotel Ávila); tiempo de espera para ser servido: Habiendo reservado nos hicieron esperar por lo menos 15 minutos para ser atendidos por algún mozo/a, lo que me parece demasiado para un restaurante de este nivel; postres: porciones muy pequeñas para comidas que no constan de varios pasos y no son como para "recordar", no así las entradas, de las que degustamos el tartar de atún que consta de trocitos de atún fresco con queso de cabra, cebollín y cilantro, servidos con unas rebanadas de pan tostado especial (muy bueno) y unos dátiles enrrollados en tocineta que también son una delicia.

Catar es una propuesta de fusión internacional con criolla que nos presenta una carta muy interesante, con sabores fuertes y con personalidad. Sobresalen la pasta artesanal de auyama que es un plato sensacional, el pescado envuelto en plátano y el plato degustación de corte hindú. Todos muy creativos y muy sabrosos. Tienen varias bebidas de infusión muy buenas, la que tiene menta es muy pedida y con razón, es muy refrescante en todo sentido. Siempre nos ha ido bien, bueno y no muy costoso.

La Buhardilla riñe en calidad con lo mejor de Bello Monte en cuanto a comida China, se podría decir que es casi igual a ir al Palmar. Es muy buena la relación costo-beneficio y eso junto con su buena comida lo hacen una excelente opción para la zona. Recomiendo en especial el din san surtido (excelente) y el pato pekín.

Hemos ido unas cuantas veces, el lounge pegado al vidrio de fachada es muy agradable. La comida es buena pero no espectacular, el servicio está bien. Definitivamente lo mejor es el ambiente, para ir y tomarse un vinito con unas entradas varias cantonesas y tener una buena conversa es perfecto, sin embargo para ir a comer completo aunque no es mala opción, la relación precio-valor es alta y la variedad de la carta es poca.