Es el lugar de moda de Caracas sin embargo se sale del mismo decepcionado por las altas expectativas que llevamos. Pedí su famosa merengada por la cual pagué bs 20 mil. El browny que le colocaron no estaba fresco y tenía evidente sabor a viejo, ni hablar del helado que le colocaron encima que estaba incomible. No en vano fui al bodegón a comprar pan de hamburguesa y al otro día el mismo se puso mohoso. No lo recomiendo en lo absoluto. Lugar caro y de mala calidad
Sobre el restaurante



SERVICIOS
Reseñas
(626 reseñas)Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + Plato principal + Bebida SIN ALCOHOL
La comida es aceptable pero nada del otro mundo. Las pizzas y ensaladas poseen pocos ingredientes. Sin embargo es el lugar de moda de Caracas por sus extraordinarios postres, helados, tortas y el famoso café de la casa. El mercado posee productos desaparecidos de los anaqueles venezolanos como crema dental, desodorante, leche, champú, jabón y detergentes causando curiosidad a los deprimidos compradores venezolanos ya que los precios son exorbitantes, aptos únicamente para la "boliburguesía" chavista.
Este lugar es mas lujo que otra cosa. Me pareció que los precios son exageradamente costosos para la calidad de la comida y postres. No lo visitaría nuevamente porque existen lugares en Caracas que ofrecen comidas y postres de este estilo a mucho mejor precio y con mucha mas calidad.
Muy buenos helados. La comida no es nada sobresaliente y es muy escandaloso. Mucho marketing por redes sociales para lo que realmente es. Una buena gelateria con un bodegón bien surtido.
El ambiente del lugar es super agradable, me encantó la decoración, los colores. Los productos de pastelería y heladería se veían perfectos y provocativos. Sin embargo la experiencia del servicio fue fatal, fui a comer y no tenían los productos de la carta, opté por una pasta que tardó 45 minutos en llegar y el sabor era normal para el costo. Después de tanta espera a mi acompañante nunca le llego si plato que era un sándwich, así que ni siquiera pudimos comer juntos. No tenían queso para la pasta, la mesonera corría de un lado a otro y costaba mucho hacerle algún pedido. De la rabia de toda la situación salimos corriendo. Hay que mejorar el servicio. Espero que solo haya sido un mal día, así que iré de nuevo pues me quedó pendiente probar los postres.
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