José Antonio (Sabana Grande)

Pequeño local escondido en sabana grande... pero el mejor secreto de la zona.. Excelente su comida... excelente combinación de sabores asiáticos y peruanos con muchos colores en los platos. La chicha morada bien. La atención bien. Es un sitio pequeño. En cuanto a precios podemos hablar de unos 20 mil dos personas. Tienen platos para compartir muy buenos... pedimos tallarines mixto con carne y camarones, arroz chaufa mixto y el piqueo José Antonio que es una degustación de varías platos...muy bueno.. los platos en proporciones adecuadas. Sin duda recomendable.

El local se mantiene intacto, con las mismas mesas de madera, los mismos ventiladores y hasta la misma fachada, pero como mantienen su decoración, conservan la excelente calidad de su comida. Es un lugar donde su simplicidad no opaca lo exquisito de sus platos, un ceviche fresco y muy bien ejecutado, unas conchas a la parmesana y una causa de atún bastante suculenta, anticucho cocinado a la perfección. Todo lo antes mencionado lo puedes degustar en un sólo plato para compartir entre 3-4 personas (Piqueo Jose Antonio), acompañalo con una buena jarra de Chicha Morada. Puedes terminar la ronda con un Suspiro Limeño o unos buenos picarones preparado en su momento. El servicio es bueno ya que el lugar es pequeño y afortunadamente para el comensal que asiste, tiene poca clientela, haciendo que la mesonera se enfoque en muy pocas mesas. El lugar solamente posee dos puestos de estacionamiento en la entrada del restaurante, aunque tiene una acera pequeña que le cabe 3 carros más.

Si deseas sentirte en Peru debes venir a este restaurant, autentica comida peruana, los ceviches son increibles, tienen una gran variedad de platos peruanos para escoger. El piqueo Jose Antonio es para dos personas, para completar pueden pedir otro plato adicional como un mixto marino, muy bueno también. La atención no fue muy buena, varias veces tuve que recordarle lo que pedi al mesero.

La atención es super rápida y la presentación de los platos es perfecta. El lugar es algo pequeño pero acogedor; con la luz natural que entra por sus ventanales hace que los platos con su excelente presentación queden perfectos en las fotos (y en el paladar).

Buen lugar. La comida es estupenda, goza de gran sabor y buen presentación. El ambiente es bueno aunque ya que no tiene aire acondicionado depende del clima para estar fresco. La atención es un poco tardía pero buena.