Pension Ana

Rica y abundante comida, el carpacho de lomito y pez espada es preparado en el momento... la pensión Ana es para personas que les gusta comer bien a un bajo precio, realmente vale la pena ir.

Emblemático lugar desde los 70,s comida italiana con buen tino, pastas al dente, porciones grandes. Lastima el mal servicio, tira por la borda todo lo bueno, No repetiremos

Más de medio siglo tiene esta ya legendaria pensión por cuyas mesas han pasado casi la mayoría de los presidente democráticos del país, empezando por Rómulo Betancourt, y muchos dirigentes políticos de la vieja época. De pensión ya no queda nada, solo el restaurante, manteniendo una oferta de cocina italiana con platos criollos venezolanos que la gente pide una y otra vez. El interior parece un laberinto, algo descuidado tristemente, espero mejoren y continuen. El plato más famoso es la lasaña verde al horno, seguido del osso buco y el pasticho de berenjenas.

Este restaurant esta casi escondido, la calidad de sus platos es muy buena, las porciones son de buen tamaño ni grandes, ni pequeñas, el servicio fuera de la hora de almuerzo es muy lento, vale la pena visitarlo, recomiendo las pastas rellenas

La vieja escuela de la comida casera italiana que perdura en el tiempo, muy buena comida en una vieja casa austera y sin pretensiones. Muy buena pasta y la sopas son excelentes.