El día que fuimos no había aire acondicionado y no fue nada cómoda la estadía. Pero hablando de la comida, el carpacho con la salsa de VitelloTonnato estaba excelente, no se puede decir nada menos. La hamburguesa es para pasarla, es preferible ir a otro lugar si uno desea una. El risotto de Tomate Cherry y queso de cabra igualmente divino asi como la pizzas que pidieron en la mesa. En cuanto al postre pedimos lo que llamaron un Sufle de Almendras que no era mas que una ración de bizcocho levemente recalentado en el microonda con una pequeña ración de helado, siendo el helado de vainilla, realmente lo mejor de esa ecuación. Café coladito uno de los mejores que he tomado en cualquier restaurante en los últimos tiempos, sin leche porque las vacas están flacas.

Preferimos las cosas para picar que los platos principales. Los tequeños muy buenos así como las conchas de arepa reina pepeada. La sopas de auyama y la de tomate bastante bien pero los platos principales pudieron ser mejor. El lomo de cochino muy seco y los acompañantes nada impresionantes. La polvorosa de pollo no impresionante ni tampoco el asado negro. No hay menús así que el costo de la comida es una sorpresa. No tomamos postre ni bebidas alcohólicas y la cuenta por persona es casi Bs 4000 con la propina.

El mejor dimsum de los domingos en Caracas; sigue siendo una tremenda opción y una experiencia gastronómica única en su genero. Es como estar en China sin viajar. Vengan los domingos temprano....antes de las 10 porque se agota.

El pollo a la brasa bien y creo que es lo mejor y lo que hay que pedir. Todo el resto, con problemas. Pedimos una parrilla mixta para compartir......la carne de res dura y fibrosa, la chuleta de cochino sobre cocinada, el pollo deshuesado mas o menos. Los contornos no reflejaban mejor calidad porque la yuca frita estaba dura y la hervida muy suave. El único plato que no tuvimos quejas fue la ensalada mixta con berro y los refrescos que venían en lata. No meten la propina en el talón de la tarjeta de crédito o débito, entonces hay que tener efectivo para eso.

Nada de lo que fue hace un tiempo. Quizás refleja la realidad del país abandonado. Servicio lento, muchas fallas y sustitutos y la calidad de la comida dejando mucho que desear. Nadie en nuestra mesa quedo satisfecho. Chupe muy salado, pastas pasadas cocción, etc, etc, etc.

Me encanta la sazón de este restaurante. No podría decir que es cocina vasca auténtica pero definitivamente es sabrosa. El cochinillo crocante es de película, como pocos es esta ciudad y una experiencia como pocas de comer buen cerdo. el fideua, esta cargado de sabor. Además siempre está atendido en la cocina por su dueño José Diaz que siempre se le ve visitando a sus conocidos en las mesas.

Muy buena comida, todo lo que pedimos estaba bien preparado y presentado. Nuestra ordeno un ceviche muy fresco, un risotto de hongos y tomates secos que fue mi preferido. Hasta el asado negro estaba sabroso. Este es uno de los sitios que se pueden repetir con facilidad.

Siempre que visitó este restaurante salgo muy satisfecho tanto por la calidad de la comida como por el servicio. La comida tiene esa calidad de ser casera. La crema de garbanzos, las falafel, arroz con lentejas, trigo con cordero, las berenjenas horneadas con carne y tomates son nuestros platos preferidos. Esta oportunidad pedimos kipe frito y estaba buenísimo. lo único que hay que cerrar un poco los ojos es a la ubicación.

Fuimos un viernes a almorzar, la atencion, el servicio y la comida fue muy , muy buena, es la primera vez que últimamente me traen un lomito perfectamente cocinado a término. El crocante de berenjeans, divino. mi única queja es el nivel de ruido y hasta digamos griteria de los comensales. El restaurante atrae a un grupo socioeconómico/político que no es mi estilo. El ver la cantidad de guardaespaldas dobles y triples, camionetas que solo un grupito tiene acceso no es un buen final para una excelente comida. La experiencia es al fin comida, servicio y ambiente

Lo mejor es pedir un plato de degustacion y compartirlo entre 2 o 3 personas. El tamal es bueno, las otras cosas se confunden mucho porque los rellenos son similares. El guacamole le faltaba sazón. Los chilaquiles los repetiría si volviera.