Comida tipo gringa, local para pavear de noche con la estética sanantoniera de siempre, comida desabrida y sin cariño, porciones grandes, son atentos los mesoneros y no mucho más. Es una de las poquísimas opciones de los Altos Mirandinos, así que ojalá mejoren pronto.

Comida del mar - asiática - española - peruana (?), medio híbrido todo, pero atienden bien y está bien ubicado. tienen promociones con el sushi y con la bebida, nada del otro mundo, tuvo tiempos mejores, pero se puede venir.

Muy buena comida y buena atención. Las pastas rellenas son de lo mejor. Buenos postres y buen café. Pedí unos fazzolettis a la crema rellenos de langosta y estaban muy buenos. las entradas también muy buenas, sobre todo la focaccia y el carpaccio de salmón. Vale la pena, altamente recomendado.

Agradable lugar para tomar unas cervezas, pero la comida deja mucho que desear. Todavía me duelen las encías por lo dura que estaba la carne, de paso no es nada barato. La cerveza artesanal de la casa es bastante tomable y los choripanes podrían ser una opción a la hora de picar algo. Está muy lejos de ser una opción para comer carne.

Agradable sitio con buenas hamburguesas. Son muy atentos y tienen cerveza artesanal. Las hamburguesas trufadas y las de langostinos estaban muy buenas, no así la de pollo. Las papas estaban bien sazonadas y la porción era abundante. Sin dudas volveré.

Precios exhorbitantes para el café y los dulces y venden cervezas artesanales defectuosas y a pesar de eso te las cobran. El ambiente no está mal, a pesar de ser pequeño el espacio, pero hay opciones mucho más atractivas por la zona. Definitivamente no volveré.

Una experiencia muy singular (?) ya que no tuve suerte con los que me atendieron, no porque fueran descorteses, sino porque se equivocaron con la comanda. Una vez solventado ese incidente, llegó mi comida y la verdad es que estuvo muy buena. Me sorprendió la hamburguesa (House Burguer) y los aros de cebolla también estaban buenos. Volvería, sin dudas.

Los chinos de Altamira de siempre. Se come bien y es un clásico para beber cerveza fría. Las porciones son generosas y la comida tiene sus altos y sus bajos. En los combos hay dos muy recomendables, el de arroz con cerdo asado y el de arroz con pollo celestial.

Una pollera que ya vio pasar sus mejores días. Combos para llevar a precios normalones, poco sazonada la comida y las raciones son bastante pobres. Tienen otras cosas en el menú, como pizzas y parrillas, pero no me atrevería a inventar. Sirve para salir del paso un día que no provoque cocinar.

Se trata de un sitio raro. Es un bodegón con unas mesas atravesadas e incómodas en el que se comen buenas hamburguesas y se toma cerveza, incluso artesanal. Probé la Jim Smith y estaba buena, no extraordinariamente deliciosa, como me dijeron algunos. De 1 a 10 la hamburguesa cumplió con un honroso 8. La ida sirvió para conocer la gran variedad de delicateses que venden ahí. Volvería.