El Bosque

Al fin logre probar este sitio. La verdad que la experiencia fue genial. La verdad es que el asado negro, el plato “estrella” me dejó mucho que desear; a pesar de que estaba muy sabroso, a la carne le faltaba candela porque estaba dura y al arroz le faltó sal. Pero de resto todos los platos estuvieron divinos, sobretodo las esferas de pastel de chucho que las recomiendo ampliamente. Los postres también estuvieron muy ricos, especialmente el golfeado. No dejen de probar el Gin Toni de Patilla.

Platos muy creativos. Los Buns y el Mac & Cheese trufado, deben estar en sus opciones de entrada. El Asado fenomenal, luce pequeño pero en verdad es grande en sabor y satisface Los postres muy sabrosos, hay un empate entre el Quesillo de Texturas (con ron) y el Merengon de Guanábana. El Golfeado tiene buen sabor, más si gustan del sabor a papelón intenso.

He visitado este nuevo restaurante como 3 veces ya, una de las cosas que más me encanta es la presentación de los platos y la creatividad de fusionar la cocina venezolana con sabores muy de capitales. Los cócteles son variados y el ambiente lleno de arte pero un poco caluroso. Volveré

Restaurant de pocas mesas que no tiene un número de teléfono para reservar. Solo se reserva por instagram. Platos de porciones pequeñas y nada impactante. Solo volvería por el postre, el merengón de guanábana es extraordinario. El servicio no estuvo malo pero no muy amigables.

La comida es perfecta. El asado negro es del otro mundo, si lo va a pedir, es obligatorio pedir al menos una entrada. Linda ambientación, aunque afuera es algo ruidoso al mediodía. Pero si la comida es perfecta, el servicio es seis estrellas. Muy pero muy amables, se nota y se aprecia la calidez merideña. La relación precio-valor está también muy bien.