Modo

Es un lugar diferente con una linda decoración y tranquilo a la hora del almuerzo. Para los amantes de los deportes, tienen una pantalla gigante para disfrutar la transmisión, en un buen ambiente Las lumpias de pato muy buenas y los rolls normales.

Es mas ambiente que otra cosa, ha bajado mucho de calidad, la comida no es tan buena en ninguna de las areas, es chevere ir a pasar un rato entre amigos a tomar unos tragos, el servicio regular

Lo más destacable de este lugar es el ambiente. La comida es buena sin llegar a sobresaliente. El servicio deben mejorarlo. Los que nos atendieron solo estaban pendiente de las propinas y demasiado lentos. Un buen lugar para pasar un rato ameno con buena música y variedad en comidas.

Lo maravilloso del lugar es que en un solo sitio puedes conseguir distintas opciones de comida, entretenimiento, compras , bar y/o sitio para tomar café y helados. Un restaurante de comida francesa, otro mexicano, una pizzería, otro asiático o de fusión, bar, cafetería y heladería. Todo en un solo lugar. Cuenta con un espacio de entretenimiento exclusivo para niños, unas pistas de bowling y una tienda de diseño de lo más coqueta. Un ambiente súper moderno, con distintos estilos y propuestas gastronómicas hacen que sea uno de los sitios más top del momento. Lástima que dentro de sus opciones, la gastronomía venezolana no aparece por ningún lado. Espero logren considerarlo y que logren enaltecerla al nivel de alta cocina como se merece. Degusté el restaurante de fusión/ asiático y de verdad todo los platillos que probé fueron realmente excepcionales. Un detalle que si noté, es que el picante fue una constante en muchas de sus preparaciones. El arroz a la marinera, por ejemplo, tenía excesivo sabor a ají amarillo, tanto picor, que mi familiar no pudo comérselo completo. La pasta de mariscos maravillosa, al igual que los baos buns de pato pekinés, y los únicos roles tempurizados de la carta . El servicio y ambiente impecable. Sin duda volvería.

Llegamos para disfrutar del brunch. Tienen valet parking. El restaurant es grande. Pedimos unos huevos benedictinos (solo tienen con pavo), French toast y un adicional de tocineta. En general estaba bien, lejos de excelente. Uno de los huevos pochados estaba sobrecocinado. La ración de tocineta llegó tibia. La consistencia de ambos platos fue buena y las porciones adecuadas. Lamentablemente, solo disponen de un único jugo natural: parchita. Delicioso.