Las pizzas son ricas y el ambiente es agradable. De los pocos sitios en Caracas donde todavía se puede comer a ras de calle. La torta de zanahoria es sencilla pero buena.

La torta de chocolate chip aquí es mortal. No se la pierdan. Es una de las mejores tortas que me he comido en Caracas.

En Aprile no están inventando el agua tibia. Lo que hacen es muy común pero lo preparan bien. Más importante es que son consistentes. El servicio es atento, el local es precioso. Los precios son un pelo altos pero nada que no se vea en otros sitios de la ciudad. Los fines de semana por la noche está lleno a decir basta

Tiene sus premios bien merecidos. La comida nunca me ha dejado de sorprender y el servicio es super amable. Definitivamente lo que más disfruto de Alto es que a pesar de ser un restaurante de gama alta el ambiente es increíblemente amigable y nunca te sientes intimidado, cosa que permite disfrutar la experiencia por lo que es, producto venezolano de calidad y tratado con cariño

La primera vez fui por el brunch y aunque lo que comí estaba sabroso, las porciones me parecieron bastante pequeñas comparadas con el precio (60bs por una cucharada de mermelada). Las próximas veces probé el almuerzo y volví a pensar en la relación porción/precio sobretodo en las entradas, vale muchísimo más la pena pedir solamente principal que sí es una ración abundante que corresponde con el precio. El club sandwich es incríble, lo mejor que me he comido allí. Los postres, aunque no están malos, distan demasiado del menú salado. Definitivamente le falta cariño al concepto de la carta dulce. El servicio, aunque muchos se quejan, nunca me ha parecido demasiado malo. El local es precioso. Lo que más me gusta es la informalidad del ambiente, cero estirado, se va a disfrutar la comida y a pasar un buen rato, como debería ser. No hay valet parking, hay que pararse en las calles cercanas y caminar

Este sitio es muy inesperado. Por prejuicio me alejé de todos los platos con pescado pero resultaron ser los mejores (los probé de mis compañeros). Se llena bastante así que hay que llegar bien cerca del mediodía. Lo recomendaría sobretodo para traer a turistas aunque la comida más que venezolana se inclina por lo peruano.

Estas son las mejores cachapas que se consiguen en Caracas. Se pueden pedir con doble queso, cosa que me fascina. El pernil también es buenísimo. Los fines de semana está lleno a más no poder. Mejor llegar muy temprano o pedir para llevar. Los jugos vale la pena pedirlos por jarra. El consuelo (fresa con yogurt) jamás deja mal

La vista, como es de esperarse, es muy hermosa. De postre tienen Dulce de Paleta, cosa que me sorprendió. El resto del menú es de corte bastante venezolano a pesar que no probé nada salado. El servicio es sorprendentemente amable. Los mesoneros conocen bien la carta y los productos con los que trabaja el restaurant. De noche es bien frío, sobretodo si se está en la terraza. Hay disponibles unas mantas/cobijas que te traen como cortesía.

El asado negro aquí es excelente. Un sitio pequeño y sencillo pero con comida rica y servicio agradable. Hay que llegar temprano porque la comida se acaba rápido

El mejor pollo a la brasa en esta ciudad. La nata no tiene comparación tampoco. Siempre está llenísimo pero lo bueno es que el despacho para llevar es super rápido