De estos locales que son un viaje en el tiempo, pero no agradable. desadaptado a la realidad. La pizza típica de los años 90 (al horno), pero mal formulada su masa. Carpaccio dejó que desear como el resto de platos. Se intentan mantener, pero no parece ser fácil.

Local caracterizado como histórico en desayunos en la ciudad. Se nota un cuidado y respeto en recetas tradicionales venezolanas. Se mantienen y el local los fines de semana transmite un ambiente agradable. Lo mejor son las cazuelas y que todo lo hacen artesanalmente. Recomendado.

Creo causo tendencia con la base acanalada a modo de cono. La cantidad es abundante pero el helado es mejorable.

Un local que no se conceptualizó para nada, pero que despegó desde su producto. empanadas elaboradas con masa dulce y variedad de rellenos. Especial mención a las de productos del mar. Tienen mucho volumen en fines de semana y creo podrían invertir en mejorar el ambiente. El no ofrecer jugos naturales es un hamdicap, esas botellas pre elaboradas no son agradables. Aún con las carencias, de lo mejor de la ciudad en la búsqueda de empanadas.

el lugar tiene buen gusto decorativo, se hace muy agradable la velada. ofrecen variedad en dulces e incluso se puede comer pancakes recién elaborados. No es económico aunque la propuesta visual ya lo deja ver.

Un local donde no se escatimó en el plano decorativo, tiene una galería refrigerada con diversidad de vinos, una cocina abierta donde se terminan los platos y diferentes ambientes para seleccionar. Su propuesta gastronómica es muy “fancy” donde la aplicación de técnicas culinarias están siempre latentes. Los platos no sorprendieron en lo absoluto, bastante menos de lo esperado. El servicio fue realmente muy flojo. Precios muy por encima de Mercado.

El local está ubicado en el centro del Caracas, y se creó una fama que aunque no está en la mejor ubicación, se comía unas preparaciones chinas - cantonesas muy buenas. Nada excepcional en las preparaciones, varios de los platos característicos (recomendados) no estaban disponibles y tanto el servicio como el local es terrible. El cerdo agridulce fue lo más interesante, al cual le colocan frutas cítricas con la salsa agridulce. No lo recomendaría.

Están ubicados en la terraza del Altamira Village. El local tiene buenas vistas pero la decoración y ambiente se quedó (como el mismo hotel): antiguo. Pedimos un ceviche así como pizza, el primero estaba bastante bien y con una y equilibrado. La pizza es de masa fina y aunque no fue excepcional, está fresca. Tienen algunos cócteles pero la variedad en cerveza era nula, solo tenían una marca artesanal y su precio por encima de los platos seleccionados.

Está panadería está perdiendo mucha de su fama, con el pasar del tiempo. Las pizzas que ofrecían eran increíbles! Pero actualmente son una desgracia, ingredientes malos (jamón y queso seleccionados terribles), los cachitos y mini lunch tampoco están a la altura, más pequeños y calidad baja. Deben intentar no perder el legado, porque es irrecuperable.

Tradicional para comer empanadas y la arepa de pernil es destacable. Casi cualquier ingrediente de relleno está bueno (excepto el chorizo; tanto empanada como arepa). Recomendado para un desayuno tradicional y sencillo. Buena guasacaca.