La Casa Bistró

Hay que separar (aunque los fines de semana hay brunch) el desayuno del almuerzo. Obvio. Con esto quiero decir, que al ir a este restaurante hay que estar en un mood muy claro d qué te provoca para así potenciar la experiencia. Las empanadas siguen siendo exquisitas, los huevos benedictinos absolutamente letales. El desayuno trasciende según lo que pidas para compartir y picar. Si vas a en plan almuerzo ya la cosa cambia, el enfoque ahora es sobre un plato y acompañantes. El arroz con pollo una delicia, la lengua en salsa caraqueña es exquisita, la cheese burguer increíble y otra cosa que probé fue el sándwich de mortadela (Legendario). Tómense un té marroquí y por último podrían coronar con un quesillo de coco, una torta d queso (como la de mi mamá) o si corren con suerte un golfeado.

Siempre muy bueno, uno de los mejores sitios para comer en Caracas, lastima su horario hasta las 4 pm, pero cherever seguir yendo

La comida es abundante y su calidad está en proporción a sus porciones. Una muy buena tarde de domingo, el servicio un poco accidentado porque el mesonero no se daba abasto con todas las mesas, pero aunque esperamos casi una hora fueron bastante simpáticos. 20$ por persona, costoso pero volvería a ir sin duda

Hasta que conocí el brunch de la casa bistró!! Empanaditas de cazón, chiquitas, tostaditas, amarillas y sabrosas como en el llano, me hicieron recordar de inmediato a mi abuela (la foto no fue posible, el antojo pudo más). Los huevos benedictinos sobre pan brioche divinos 8/10. El queso guayanés en su punto 9/10 al igual que el cazón 9/10 ambos combinaban a la perfección con las arepitas de chicharrón 10/10 . La Estrella de la mesa fue el suero aliñado, de otro mundo 10+\10 idéntico al de guárico, nada que envidiarle a esos. La atención increíble, hasta me permitieron conocer la cocina del lugar y tomar foto al suero el cual no había podido fotografiar. Recomiendo con los ojos cerrados todos los platos mencionados, así como sus jugos y el café! precio? $13pp apróx.

el desayuno para compartir pidiendo las cazuelas es lo maximo. También probamos los huevos benedictinos sobre una cama de espárragos insuperables. La atención lo maximo y el ambiente muy relajado y bueno para conversar. si vas por primera vez te recomiendo que vayas en día de semana disfrutarás mucho más sin la presión de saber qué esperan tu mesa. 100 % recomendado