Sempre Dritto

Increíble lugar. Clásico restaurante italiano. La carta no te abrumará, pero cada plato vale la pena. Los lomitos son verdaderamente buenos, mientras que las pastas son deliciosas. Recomiendo también las brusquetas Dritto, impelables. El lugar ajuro con reservación, precios muuucho más solidarios que el resto de restaurantes que dicen ofrecer comida de esta calidad. Hasta uno de sus dueños cantó opera para todo el restaurante. El ambiente te lleva a Italia. Un 10 de 10

Clásica Trattoria italiana, acá aplica el concepto, “menos es más” sin deslumbrar cada plato tiene la magia necesaria para engancharte con este hermoso lugar, al entrar te olvidas que estás en Caracas, respiras aires de la Toscana, el lugar a cualquier hora está lleno, mucha gente y ruido en espacio reducido pero sin incomodar, súper solidario de precio, como debe ser una Trattoria. Si no reservan es probable que no logren una mesa, recomiendo disfrutar de este pequeño pero grandioso lugar, es increíble.

El lugar por lo general es por reservación, cuando llegué que habia reservado vía telefónica, no aparecía, después remediaron rápido y pudimos entrar. La atención es muy buena, la comida excelente, el tinto de verano sabroso, el lugar es muy pintoresco, hermoso.

Sin duda alguna, el mejor restaurante italiano de la zona (me atrevería a decir de Caracas), desde la recepción con pan de la casa, aceite de oliva y queso parmesano, pasando por las Bruschettas (pidan las Siempre Dritto y no sé arrepentirán), el lomito al Pepe con pasta 4 quesos y la marquesa de almendras; pasando por una variada oferta de bebidas alcohólicas (consultar precios) y especialmente con su ambiente único inspirado en la auténtica Italia, hacen de este sin duda, un restaurante especial. Trabajan con reservación y son estrictos con la puntualidad (recomiendo llegar 15-20 minutos antes). Sin duda volveré, la atención es súper especial! RECOMENDADO!

Este restaurante Italiano es maravilloso, su arquitectura es similar a la de los restaurantes autóctonos 🇮🇹. Está ubicado en el Hatillo, cerca de la plaza no es tan fácil de ver porque la entrada es pequeña, luego de atravesar un pasillo bastante estrecho es que estás realmente en él. Hay que reservar con tiempo pues es bastante solicitado el lugar y pequeño. La comida es demasiado rica y la atención excelente, al llegar te sirven pan con aceite de oliva y queso parmesano, te ofrecen gran variedad de bebidas mientras piensas tú entrada y plato principal que en mi caso fueron: 1) Carpaccio de lomito 2) Medallones de lomito con champiñones y pasta cuatro quesos 3) Tinto de Verano Volvería sin dudarlo, es una muy buena experiencia gastronómica. Los precios son bastante atractivos sin embargo al estar allá te das cuenta que porcentaje del servicio es mas alto de lo usual por lo que debes tomarlo en cuenta al ir.