Estructuralmente increíble, un restaurante realmente hermoso, una terraza súper agradable llena de magia y buen ambiente, muchas veces he visitado lugares en donde quizás ese día puntualmente no hemos tenido suerte y me apego a la objetividad, lamentablemente en esta oportunidad no podrá ser así. Empezamos con unos Arancinis Suppli al teléfono, los cuales eran muy pequeños y secos, solo resaltaba el queso, unos calamares, que estaban bien rebosados pero con una gota de salsa para cada uno, adicional una Parmigiana de berenjena asada que resultó ser el único plato de nuestro agrado en toda la noche, de principal nos recomendaron una Bistecca de Angus madurado para compartir con ensalada de rugula y unas papas fritas trufadas con parmesano, nos sugieren este corte de carne como abundante y resultó ser que era un T Bone 75% hueso y 25% carne, considerando que este es un plato de $65 resultó ser una gran decepción, sin embargo para complementar pedimos una pasta Caccio Pepe que llegó nadando en un líquido que parecía agua y literalmente diminuta, parecía una ración infantil. Sorprende el contraste de un establecimiento majestuoso con una oferta gastronómica tan escasa, costosa y decepcionante. consumimos dos botellas de vino italiano MASI y en la cuenta cobraron tres, pocas veces me he sentido tan contrariado en una cena, no hubo más alternativa de solicitar la presencia del gerente para manifestar lo sucedido y con mucha educación y disculpas borró de la cuenta la botella de vino de más y la pasta como muestra de buena fe y disculpas por la irregular situación. Espero que elijan a un nuevo chef y re estructuren las porciones y precios para lograr corregir estas graves faltas, la oferta de restaurantes italianos de la ciudad es fabulosa y están bastante por debajo en la relación precio, calidad y valor.
