La Casa Bistró

La verdad es que el local y la atención fue por encima del promedio, un local perfecto para desayunar, las empanadas de otro planeta, el pollo esmechado, perico y la cachapa muy buena.

La Casa Bistró es un restaurante demasiado bueno fui porque me fue recomendado por alguien que conozco, el servicio se demoró un poco y el ambiente muy bueno nos toco una mesa con ventana que se veían las plantas

Todo lo que he probado de sus opciones de desayuno es delicioso, vale la pena pedir varias cosas y compartir. También, me encantó un festival de sándwich que hicieron. El local está lleno siempre y hay que hacer bastante cola para conseguir mesa.

Me encantó la idea de pedir varias cazuelitas e ir picando mandocas, queso a la plancha, huevos en tostadas, etc. Todo lo que pedí estaba divino! Lástima que las colas y la espera es larga para una pequeña mesa con sillas incómodas en la terraza.

Me llené de tantas expectativas con este lugar que cuando al fin tuve la oportunidad de visitarlo arruinaron todas mis ilusiones de encontrar una explosión de sabores y sensaciones. Se proyectaban como el sueño de todo comensal: productores de casi todo lo que ofrecen en su bistró. Pero no, desperdician la frescura y sutileza de sus productos cosechados en su azotea, para prepararlo sin mesura ni alma. El asado negro estuvo exageradamente salado, no pude terminarlo. El servicio un poco atropellado, tuve que rogar porque me trajeran la servilleta de tela, bebidas, cuenta y la comida para llevar. No me quedaron ganas de volver. Lo único positivo fue la frescura de su ensalada y panes. Ojalá recapaciten y rescaten la honorabilidad que merece nuestra gastronomía criolla.