La Casa Bistró

Una opción novedosa y diferente en Caracas. Solo desayunos y almuerzos. Carta reducida que cambia todos los días con lo que tengan fresco. Embutidos y vegetales producidos por ellos mismos. Precios aceptables. El pan por la casa y la ensalada Cesar son increíbles 10/10. También el asado negro y sus empanadas son brutales. El servicio es amable. Pero para el nivel del restaurante, cometen fallas graves que deben revisar. Especialmente con los tiempos para traer el menú, la cuenta, los platos y las bebidas. El ambiente es moderno y fresco. Sin complicaciones. Deberían poner valet parking.

Agradable sorpresa de esta "nueva" propuesta. Llevaba tiempo queriendo ir y la verdad valió la pena. Lo que más resalta es el ambiente, creo que está diseñado por el famoso Alejandro Barrios y realmente se nota que cuidaron todos los detalles. Una vez que estás adentro estas afuera de la crisis de Venezuela, lo cual no es fácil de lograr. La carta de almuerzos es variada, pero siento que le hacen falta más platos de peso y platos propios del restaurant. Probamos muchas cosas pero me quedo con dos: el pan con mantequilla que ellos mismo hornean y la ensalada cesar. I n c r e i b l e s. La atención fue atenta y súper rápida, pero les falta un poco de amabilidad y educación por el target que apuntan. Debo volver sin duda para sus brunch o desayunos, que creo que es su fuerte.

Sin queja de este lugar..Pedimos hervido de gallina,parrilla de vegetales,pez espada con arroz, ración de tostones y torta de zanahoria de postre y debo decir que no hubo nada que no me gustara!!super recomendado!es un excelente lugar para almorzar y sería mejor si también se pudiera cenar pero cierran temprano...El ambiente acogedor pero si tuvieran más espacio para apartar una mesa de otra fuera ideal ya que están muy pegadas y esto le resta a la privacidad que esperas tener..en general todo excelente!

Pedimos medregal al coco y curry, Cordero y ajoporros confitados. La comida estaba buena, aunque porciones pequeñas. La atención fue deficiente, largos tiempos de espera tanto para entrar como para la atención. Y nos entregaron mesa y el piso sucio, con servilletas y restos de comida. Precios elevados para el tamaño de las porciones.

La espera valió la pena, buen desayuno, empanadas ylas mandocas unas de las mejores que he probado, un pocos enredados con la atención en las mesas y de pedir la cuenta. Pero buen sitio volveré.